¿Qué es una fobia?
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y persistente hacia un objeto o situación específica.
La persona que experimenta una fobia suele experimentar una ansiedad abrumadora al enfrentarse o incluso al pensar en enfrentarse a la fuente de su miedo.
Esta reacción va más allá del miedo común y puede afectar significativamente la vida diaria y el bienestar emocional de la persona.
Las fobias pueden clasificarse en tres categorías principales:
1. Fobias específicas: Estas fobias están relacionadas con objetos o situaciones específicas, como el miedo a volar, a las alturas, a los animales, a los espacios cerrados, etc.
2. Fobia social También conocida como trastorno de ansiedad social, implica un miedo intenso a situaciones sociales o de rendimiento en las cuales la persona teme ser juzgada o evaluada negativamente por los demás. Esto puede incluir hablar en público, asistir a eventos sociales o interactuar con extraños.
3. Agorafobia: Se caracteriza por el miedo a situaciones o lugares donde escapar puede resultar difícil o embarazoso, como multitudes, espacios abiertos, transporte público o estar solo fuera de casa.
Las fobias pueden tener diversas causas, como experiencias traumáticas, predisposición genética, factores ambientales y aprendizaje por observación.
A menudo, las fobias surgen en la infancia o la adolescencia y pueden persistir en la edad adulta si no se tratan.
El tratamiento de las fobias puede incluir terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la exposición gradual a la fuente del miedo (terapia de exposición). En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos para ayudar a controlar la ansiedad asociada con la fobia. Es importante buscar la ayuda de profesionales de la salud mental para evaluar y abordar adecuadamente las fobias, ya que pueden interferir significativamente con la calidad de vida de una persona.
Cuando nada ha funcionado antes...
Hipnosis Ericksoniana
La hipnosis ericksoniana es un enfoque de la hipnosis desarrollado por el psiquiatra Milton H. Erickson. A diferencia de las representaciones tradicionales de la hipnosis, que a menudo se centran en la sugestión directa, la hipnosis ericksoniana se basa en la comunicación indirecta y en la utilización de patrones lingüísticos específicos para inducir un estado de trance.
Cuando se trata de fobias, la hipnosis ericksoniana puede ser utilizada como una herramienta para acceder al inconsciente y reestructurar las respuestas automáticas y emocionales asociadas con la fobia.
Aquí hay algunos principios y técnicas utilizadas en la hipnosis ericksoniana para tratar fobias:
Inducción del trance: El terapeuta utiliza patrones de lenguaje específicos, historias y metáforas para guiar al individuo hacia un estado de trance relajado. Este trance facilita el acceso al inconsciente, donde se pueden abordar y modificar las respuestas emocionales.
Reencuadre de la experiencia: Se busca cambiar la percepción de la fobia al reinterpretar la experiencia asociada con ella. Erickson utilizaba historias y metáforas para ayudar a las personas a cambiar su perspectiva sobre situaciones temidas.
Desvinculación emocional: Se busca separar la respuesta emocional intensa de la fobia, permitiendo al individuo experimentar la situación sin la misma ansiedad o miedo.
Anclajes positivos: El terapeuta puede crear asociaciones positivas con la situación temida para contrarrestar las respuestas negativas. Esto puede incluir la incorporación de sensaciones, imágenes o pensamientos relajantes mientras se aborda la fobia.
Sugestiones indirectas: En lugar de dar sugerencias directas, el terapeuta utiliza lenguaje ambiguo y creativo para fomentar cambios en el pensamiento y el comportamiento del individuo.
Utilización: Erickson creía en aprovechar los recursos y experiencias del individuo para facilitar el cambio. Esto implica incorporar elementos de la experiencia del individuo en el proceso terapéutico.
Es importante destacar que la hipnosis ericksoniana no funciona de la misma manera para todos, cada caso es diferente y hay que abordarlo de manera individual.
Además, debe ser realizada por un profesional capacitado en hipnosis clínica y con experiencia en el tratamiento de fobias.
Preguntas frecuentes
Todo proceso fóbico es muy parecido a un proceso hipnótico. La persona se proyecta de forma anticipada a la situación temida para evitarla. En Hipnosis eso se llama “Proyección al futuro”.
Durante la sesión de hipnosis la persona se siente disociada, o sea, su consciente sabe que está en un sillón y que no tiene por qué anticipar o sentir miedo o pánico. Se siente segura, aunque el terapeuta le esté narrando de forma hipnótica que está realizando aquello que teme.
Los últimos estudios con neuro imagen han demostrado que el cerebro registraba, cuando estaba hipnotizado, las experiencias escuchadas como reales: al decir al sujeto que estaba caminando por un bosque se activaba su zona motora. De modo que quedaba una “huella neuronal”, un recuerdo inconsciente de haber realizado ese paseo, aunque cognitivamente sabía que no lo había hecho.
La experiencia hipnótica de haber estado disfrutando de un vuelo o de subir y bajar en un ascensor, colapsa el miedo anticipatorio y reconcilia a la persona con aquello que sabiendo que es irracional temía hasta el extremo de evitarlo.
Una sesión de hipnosis para tratar las fobias consta de dos partes:
La primera es una entrevista durante la cual, además de permitir al terapeuta recabar información que le servirá para ir construyendo la metáfora única e improvisada que incluirá en la hipnosis propiamente dicha, logrará que la persona pueda tener insights, hacer descubrimientos de sus propias motivaciones, recursos y deseos que pudieran, incluso, estar escondiéndose a sí misma.
La segunda parte de la sesión consiste en invitar a la persona a llegar a un proceso hipnótico más o menos leve durante el cual lo que ha aparecido durante la primera parte es “envuelto” en metáforas que es el lenguaje que entiende el inconsciente y, en el caso de las fobias, cuando se considera que el cliente está preparado se le narra que entra en contacto con el objeto o situación fóbicos.
Esto se hace prudentemente cuando la persona está disociada y siente que lo que le están contando no es real… aunque su inconsciente lo registre como real y pierda el miedo.
Todo este procedimiento proporciona bienestar y herramientas a los clientes/pacientes para que puedan manejar su estado de ánimo por si mismos sin depender del terapeuta una vez terminado el tratamiento.
Los resultados son muy satisfactorios, todos los clientes/pacientes reportan haber logrado superar su fobia. Es el tratamiento con mayor índice de éxito. Esto es natural porque al tratarse de miedos irracionales, el proceso hipnótico es la mejor forma de comunicarse con el inconsciente y facilitar la integración de nuevos hábitos.
Habitualmente, de una a cuatro sesiones de unos 90 minutos son suficientes.
Grabamos la sesión de hipnosis que ha sido personalizada y únicamente creada para el paciente y se la entregamos. Las sesiones se suelen pautar cada semana o cada 15 días y el paciente es invitado a escuchar en casa la sesión hipnótica entre sesión y sesión.
Este trabajo ahorra el tiempo y el costo de asistir más a menudo a sesiones más frecuentes y cuyo contenido se limitaría a tener la función de repetición que el inconsciente precisa para producir el cambio positivo y convertirse una reacción automática.